DON T.A.H. en el momento de los hechos contaba con 51 años de edad. En febrero de 2011 le fue extirpada la vesícula en una larga intervención que duró 4 horas, tras una serie de fallos y errores anteriores, siendo dado de alta el mismo día.

A las 48h tras el alta con fiebre de hasta 40º grados, acude a su Centro de Salud donde pautan continuar el tratamiento con analgésicos y antinflamatorios, sin solicitar ninguna prueba para descartar complicaciones, a pesar de estar recién operado y con antecedentes el año anterior de bacteriemia, pancreatitis aguda y derrame pleural. Días después, y a pesar de haber estado deambulando por centros médicos durante días con disnea y malestar en aumento, que no era solucionado, en vista del lamentable estado del paciente, es derivado al Servicio de Urgencias del Hospital Jiménez Díaz, y mientras estaba en espera para ser atendido, el paciente entró en parada respiratoria y shock séptico. Tenía una complicación generada por la infección, una endocarditis con daños en la válvula mitral (insuficiencia mitral severa por rotura de cuerda tendinosa).

La situación de DON T.A.H. en las siguientes 72 horas es de gravedad extrema y compleja secundaria a shock séptico.

Debido al cuadro clínico y el tratamiento que precisó, DON T.A.H. sufrió isquemia de miembros inferiores (MMII), concretamente a nivel de ambos pies, en seguimiento por Cirugía Vascular, siendo necesaria la amputación infracondílea bilateral por isquemia irreversible de ambos pies. Además, encamamiento prolongado e hipotonía generalizada, por lo que precisó rehabilitación motora y logopedia.

DON T.A.H. ha pasado de ser una persona sana, activa, feliz y con planes de futuro, a estar literalmente al borde de la muerte y ser para siempre un enfermo crónico, inválido, frustrado en su vida laboral y personal, por lo que continua en tratamiento psiquiátrico.

Con fecha 15 de junio de 2016 la Sección Décima de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dicta sentencia en la cual se estima el recurso contencioso administrativo, condenando a la Comunidad de Madrid por la asistencia sanitaria recibida en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y en el Centro de Salud Valdezarza-Sur a ser indemnizado en la cantidad de 60.000 €.

El Letrado colaborador de La Asociación del Defensor del Paciente ha sido DON ANTONIO NAVARRO RUBIO.